Las redes sociales son hoy una herramienta imprescindible en cualquier campaña electoral. Una buena gestión de las mismas puede ser decisiva para conseguir votos. La campaña electoral de Obama en el 2008 es el primer ejemplo del poder de las redes sociales en la política. Y, Trump, en el 2016 también supo manejarlas con astucia.
En España, a punto de celebrarse las Elecciones Generales, el 28 de abril de 2019, no hay político que las deje de lado. Todos las utilizan con los siguientes objetivos:
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Aumentar su presencia ante lo ojos de los usuarios
El tiempo que un político cobra protagonismo es tan importante que se mide minuciosamente en los debates televisivos para que todos los candidatos tengan la misma oportunidad de captar electores. Igualmente, cuanto más se hable de un político en internet más posibilidades tiene de alcanzar el éxito.
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Obtener feedback en forma de opiniones y repercusión
Tras los debates en la televisión pública y en la Sexta, Albert Rivera es el más mencionado en Twitter y Pablo Iglesias el más buscando en Google. Estos datos son un reflejo de la repercusión de sus palabras en la pequeña pantalla y fruto de su campaña electoral global. Internet y las redes sociales en particular son una muestra bastante fiable de quién es el político que lleva ventaja.
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Generar empatía con el público para potenciar su imagen
Los políticos son grandes generadores de contenido en internet. Utilizan las redes sociales para hacer campaña electoral e incluso, por ejemplo, Albert Rivera tiene su propia página web, potenciando así su imagen como figura política. Internet aporta una sensación de cercanía a los usuarios con los candidatos y la posibilidad de opinar, preguntar, solicitar, criticar o proponer y además hacerlo de manera pública.
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Potenciar el activismo de usuarios y comunidades afines
Los tweets, los seguidores, o los comentarios no se traducen directamente en votos. Y las opiniones negativas tampoco implican necesariamente un detractor. Sin embargo, las redes sociales favorecen la captación de electores creando comunidades que comparten intereses y sentimientos comunes entorno al candidato. Y, cuando se crea comunidad, se afianza el voto y se consiguen más.
En definitiva, las campañas políticas no son más que un tipo de gestión de marca personal que cualquiera puede poner en práctica. Si estás buscando trabajo, si quieres conseguir más relevancia como artista, convertirte en famoso o potenciar tu imagen como político a nivel local o comercial, también puedes actuar como los grandes en redes sociales y en el entorno digital en general ¡Ponte en contacto conmigo para hacerlo posible!