La felicidad, el éxito o el amor quizás son metas que todos deseamos alcanzar y, sin embargo, seguro que casi tienen tantas definiciones como personas hay en la faz de la tierra.

Todos tenemos alguna meta en la vida. Pero, hablemos de las empresas, tanto de sus gerentes como del resto de trabajadores. En ellos ha surgido la necesidad de rodearse de profesionales del coaching para ayudarles a alcanzar sus metas. Sobre todo, es una figura que se ha puesto muy de moda para personas que han decidido crear su propia empresa.

Coaching, no solo para el emprendedor

Lo cierto es que no es cosa sólo del emprendedor: ya hemos dicho que la definición de éxito o felicidad es distinta para cada persona y un buen coach tratará de que tú mismo identifiques tus sueños y te dotará de las herramientas necesarias para luchar por ellos y alcanzarlos: puede ser montar un negocio, una franquicia, opositar o ascender en la empresa privada.

La ceguera del dinero

Pero, ¿qué está pasando en el tejido empresarial para que incluso altos cargos directivos necesiten una guía para desarrollar su trabajo diario?

Para responder a esta pregunta quizás haya que detenernos a hacer un poco de autocrítica, quizás nos centramos demasiado en cómo ganar dinero, cómo hacer que los negocios sean más y más rentables en un corto espacio de tiempo. Nos ha tocado una sociedad en que el ritmo es tan rápido que todo lo queremos aquí y ahora, que no nos permite disfrutar del camino.

Lamentablemente, la necesidad de dinero es lo que obliga a vivir de esa manera en muchas ocasiones. Aún así, en ese tipo de empleos o negocios, la clave para encontrar la felicidad está precisamente en encontrar algo por lo que luchar, un objetivo que nos mueva para levantarnos de la cama cada mañana. Esto es muy importante, porque la falta de motivación hace que nos lleve al abandono de la actividad que tanto nos cuesta realizar cada mañana.

Si no va acompañado de sueños, no es éxito

Cada cual tiene su propio concepto de lo que es el éxito y muchas veces el problema está en que nos han metido en la cabeza que tener un buen sueldo, un reconocimiento y un empleo estable son sinónimo de éxito, pero no es así, si dicho trabajo no va acompañado de sueños. Como consecuencia, la misma actividad puede llegar a desencadenar resultados bien diferentes en el ánimo de la gente.

Hay personas que «triunfan» laboralmente y, sin embargo deciden cambiar de trabajo. Esto es porque el triunfo no es sinónimo de felicidad plena. Cuando no vislumbramos proyectos que nos motiven, nuestros ánimos decaen y la posibilidad de un cambio se convierte en una opción muy atrayente, que nos arrastra.

Nos resulta muy difícil vivir sin ilusiones y si, para colmo esa falta de sueños es la actividad a la que dedicamos el 66 por ciento de nuestro tiempo (trabajar), es lógico que nos planteemos cambiar. Sin duda, las personas que se atreven a realizar su sueño tienen una gran seguridiad en sí mismas, una motivación a prueba de dificultades y mucha inteligencia emocional.

Con coaching o sin coaching, el primer paso para garantizar el éxito es identificar los sueños, (tu definición de éxito) y si tu actividad diaria está en consonancia con ellos.

Fuente:

(Trabajar sin sufrir, María Jesús Álava)

Otros enlaces de interés:

Laura Patiño, coach profesional: @LauraPaal

Mª Jesús Álava, psicóloga especializada en laboral.

Fórmulas para lograr el éxito